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¿Ojos rojos? Aprende a evitarlo

Evita lucir un par de tomatitos cherry.





20 de Abril de 2017 a las 10:09 hrs -- Centinela Digital
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Lucir un par de tomatitos cherry en lugar de dos atractivas pupilas sobre un fondo blanco, además de resultar antiestético podría llegar a considerarse un problema de salud.

Ahora bien, lo primero tendrá la importancia que le queramos dar, y lo segundo, oscilará entre la nimiedad y la gravedad. Dejando a un lado el tema de la apariencia, veamos los motivos más comunes por los que se nos ponen los ojos rojos.

"La rojez ocular es un signo clínico muy frecuente, inespecífico y común a muchas enfermedades", responde el doctor Tomàs Martí Huguet, jefe de sección del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona).

En la misma línea, la doctora Pilar Rojo, jefa del Equipo de Oftalmología del Hospital Ruber Internacional (Madrid) sostiene que "un ojo rojo es un signo que hay que valorar. Y aunque es cierto que si no hay pérdida de visión ni dolor, normalmente, no reviste gravedad, hay que recordar que un herpes o una uveítis comienza con el enrojecimiento del ojo”.

Veamos algunas de las causas más comunes.

Saliste de fiesta

Además de una resaca memorable, la factura de una noche loca incluye un delatador enrojecimiento de los ojos. O dicho en términos más exactos (y científicos), la ingesta de alcohol "produce una dilatación de los vasos conjuntivales, a lo que generalmente se suman circunstancias como un ambiente seco o cargado de humo que favorecen la irritación del globo ocular", apunta la doctora Rojo.

En este caso tus ojos te agradecerían unas gotas de "un colirio vasoconstrictor que cierra el vaso y añadir lágrima artificial", recomienda la doctora.

Nos has pegado ojo

Si te quedaste toda la noche estudiando, de charla con los amigos o en vela gracias al berrinche tu bebé, es probable que ni tú ni tus párpados hayan descansado lo suficiente.
Y "los párpados también precisan del reposo nocturno", asevera el doctor Martí.

Horas frente al ordenador

Si sientes ardor, quemazón, visión borrosa, picor ocular, tienes la sensación de tener algo en el ojo y no puedes evitar parpadear con más frecuencia de la habitual, el diagnóstico es claro: ojos secos.
Una patología, la de los ojos secos, que se debe "más a la evaporación aumentada de la lágrima acuosa que a la deficiencia de esta y que afecta especialmente a las mujeres postmenopáusicas", asevera el doctor Martí.

¿Solución? Si pasamos muchas horas delante del ordenador, se recomienda una medida muy sencilla y enormemente efectiva: "Bajar la pantalla o subir el asiento de la silla. De este modo, bajaremos las cejas, entornaremos nuestros párpados y conseguiremos disminuir la evaporación de la lágrima".

Un chapuzón

Hay quien emerge de la piscina manteniendo una mirada limpia y cristalina y hay quien al hacerlo dan ganas de acercarse para consolarle. Esa rojez ocular responde a "un enrojecimiento por irritación conjuntival", señala la doctora Rojo.

Un efecto que se debe a las cloraminas en el agua, un compuesto químico que se genera cuando el cloro de la piscina entra en contacto con sustancias ricas en nitrógeno.

Para aliviar la irritación, "lo primero es aplicar suero fisiológico para limpiar, a continuación pondríamos un colirio antihistamínico para frenar la reacción alérgica y si con esto no es suficiente, habría que utilizar un corticoide. Eso sí, siempre supervisado por un oftalmólogo", recomienda.

Tienes conjuntivitis

Tanto para diagnosticar como para solucionar el enrojecimiento por una conjuntivitis, la participación de un oftalmólogo es especialmente importante. Entre otras razones porque "dependiendo de si la conjuntivitis es vírica, bacteriana o alérgica se deberá aplicar un tratamiento u otro", argumenta la doctora Rojo.

















(Periódico AM)