Ante el creciente número de embarazos en adolescentes, que se ha colocado ya como un problema de salud pública, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lleva a cabo un programa permanente y prioritario de prevención de embarazos no deseados mediante
acciones de educación para la salud y aplicación de métodos anticonceptivos para población en general.

Con motivo de que este 26 de
Septiembre se celebra el Día Mundial del Embarazo no Planificado en Adolescentes, el IMSS exhorta a las jovencitas a que acudan a los módulos PREVENIMSS y de Salud Reproductiva que tiene en todas sus unidades de
medicina familiar para que reciban la orientación adecuada y asistencia sobre la planificación familiar, que es el principal problema por el que se dan los embarazos no deseados.

Así lo establece la doctora Martha Elpidia Acosta Varela, responsable del Servicio de Prevención y Promoción de la Salud para Trabajadores del Hospital General de Zona (HGZ) No 6, especialista en este tema y autora del estudio sobre factores que inciden en
los embarazos en adolescentes donde deja ver que se da principalmente por falta de educación y acceso a los sistemas de planificación.

Reiteró que México ocupa el primer lugar en embarazos en adolescentes, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Y concretamente en Ciudad Juárez, se tiene una incidencia de 17 por ciento de embarazos en menores de 20 años del total que se atienden en el Seguro Social.

Estableció que el IMSS no es ajeno a este problema social y participa de lleno en la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) para atender y disminuir este problema.

El objetivo general de la ENAPEA es reducir el número de embarazos en adolescentes en México con absoluto respeto a los derechos humanos, particularmente los derechos
sexuales y reproductivos.

Dijo que se plantea disminuir a cero los nacimientos en niñas de 10 a 14 años y reducir en un 50% la tasa especifica de fecundidad de las adolescentes de 15 a 19 años para el año 2030.

Informó que hay una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, mientras que el 23% de las y los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y los 19 años. De estos, 15% de los hombres y 33% de las mujeres no utilizaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual.

Es así que de acuerdo con estos datos, aproximadamente ocurren al año 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años, de acuerdo a una investigación que ella llevó a cabo recientemente sobre este tema.

El embarazo en las adolescentes afecta negativamente la salud, la permanencia en la escuela, los ingresos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano y además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual.

Acosta Varela señaló que el desconocimiento sobre métodos anticonceptivos seguros y enfermedades de transmisión sexual, ocasionan que gran parte de los jóvenes contraigan
clamidia y se conviertan en trasmisores del Virus del Papiloma Humano (VPH).

Indicó que las complicaciones más frecuentes en los embarazos de adolescentes son este tipo de infecciones, así como la anemia, preeclampsia, parto prolongado,
desproporción céfalo pélvica, óbito fetal y fístulas recto vaginales o cisto vaginales.

Estimó que aproximadamente el 33 por ciento de las jóvenes que se embarazan sin desearlo se convierten en madres solteras y el 54 por ciento recurren a diferentes procedimientos para intentar detener el embarazo.

Por ello puntualizó que con el objetivo de reducir el número de embarazos no deseados, el IMSS exhorta a este grupo poblacional a informarse y buscar orientación especializada
sobre todo en los aspectos que implican la sexualidad.

Finalmente exhortó a las jóvenes a recurrir a los módulos de PREVENIMSS o de Salud Reproductiva de las Unidades de Medicina Familiar (UMF) más cercanos, cuyos objetivos son fomentar la cultura de la prevención y planificación entre los jóvenes en donde podrán tener acceso a servicios y orientación sobre sexualidad, métodos anticonceptivos, mejores estilos de vida a seguir, antes y durante el embarazo y todo lo que abarca la prevención y la búsqueda de una mejor calidad de vida.