Los Ángeles se siente como si el tiempo se hubiera detenido en la década de los 80s, aquella última en la que el beisbol otorgaba más triunfos que desilusiones en la urbe californiana, y no es para menos. Fue una larga espera, pero al fin los Dodgers regresan a una Serie Mundial.

La novena angelina acribilló 11-1 a los Chicago Cubs, quienes esta noche dejan oficialmente vacante su título en el beisbol de las Grandes Ligas para completar el éxito de los Dodgers en cinco juegos dentro de la serie de campeonato de la Liga Nacional.

Clayton Kershaw volvió a sonreir. Incluso para el abridor de los Dodgers, quien suele sufrir en postemporada, mantuvo a raya la ofensiva de unos Cachorros que ya estaban en agonía. Kershaw se adjudicó el triunfo al lanzar en seis entradas, permitió 3 imparables y una carrera.

En contraparte, José Quintana sufrió hasta lo más indeseable al permitir seis carreras y solamente recetar un ponche a los encendidos bats californianos, suficiente para cargar con la derrota en apenas dos entradas lanzadas.

Si bien los Dodgers movieron la pizarra en las dos primeras entradas, fue en la tercera cuando el encuentro y el destino del todavía Campeón de las Grandes Ligas se finiquitó por completo gracias a Enrique Hernández, quien superó la barda del Wrigley Field para firmar un Grand Slam lapidario, además de que se dio el lujo de conectar otro par de home runs en el partido.

Los Dodgers regresan a una Serie Mundial por primera vez desde 1988, cuando se llevaron la corona en el beisbol de la MLB ante los Atléticos de Oakland en cinco juegos.














(Televisa Deportes)