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"Da miedo": así evacuaron a los residentes del lujoso vecindario Bel-Air en Los Ángeles

Puerta a puerta las autoridades tocaron y urgieron a los habitantes de casas y mansiones en las colinas del prestigioso barrio a que salieran tan pronto como pudieran para huir del peligro que acechaba la zona.





07 de Diciembre de 2017 a las 10:22 hrs -- Centinela Digital
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El incendio Skirball que ya ha calcinado seis viviendas desde que empezó en la madrugada.

Un deportivo alemán se detiene debajo de los famosos arcos que dan la bienvenida al adinerado barrio de Bel-Air, en el bulevar Sunset.

Al volante va Michael Didriksons, quien baja el vidrio del pasajero y deja ver lo poco que ha logrado sacar de su mansión ante la amenaza del fuego Skirball, que ya ha quemado al menos seis residencias lujosas en la colina. Lleva ropa, su perro y unas cajas. Nada más.

La Policía de Los Ángeles tocó este miércoles puerta por puerta para evacuar a los vecinos cuyas mansiones estaban a punto de ser alcanzadas por las llamas. Mientras helicópteros y aviones cisterna sobrevolaban la zona rociando agua y químicos para combatir el fuego desde el aire, los habitantes de esta lujosa zona residencial fueron obligados a abandonar sus casas.

"Tocaron las puertas diciéndonos que teníamos que salir", contó Didriksons, uno de los habitantes que abandonaron sus propiedades este mediodía. "Da miedo", agregó quien ha vivido en la zona desde hace apenas seis meses.

Autos deportivos, camionetas de lujo, pero también pick-ups conducidas por hispanos que se encargan del mantenimiento de las residencias, fueron bajando de la colina habitada por ricos y famosos.

"A nosotros no nos dijeron que nos fuéramos, pero lo hacemos por precaución", dijo Juan Robles, un inmigrante mexicano que se dedica a embellecer los jardines de Bel-Air, un barrio residencial que se encuentra a 19 kilómetros al oeste del centro de Los Ángeles.

Cientos de bomberos luchan contra las llamas de este incendio que ya ha consumido 475 acres y obligó a la declaración del estado de emergencia local por parte de las autoridades.

La evacuación se intensificó después de las 11:00 am, a pesar de que el humo del fuego solo se percibía desde pocos lugares en la cima del vecindario que colinda con las mansiones de Beverly Hills.

Algunos salían con lo que cabía en sus vehículos: sus mascotas, maletas llenas de ropa, cajas con documentos o trajes aún en sus ganchos. Su salida fue acompañada por una tenue lluvia de cenizas que fue disminuyendo al caer la tarde. La Policía estableció retenes en los accesos y en la parte alta de Bel-Air, para evitar saqueos. Quienes regresaban por alguna urgencia eran escoltados por policías en motocicletas.

"Es muy peligroso entrar", le decía una agente en motocicleta a los automovilistas que improraban ingresar al vecindario.

El 4.6% de los casi 8,000 habitantes que tiene el vecindario de Bel-Air son de origen hispano. En el lugar hay mansiones cuyo costo supera los 50 millones de dólares.

El fuego alcanzó una mansión de casi 30 millones de dólares del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, según reportó NBC News.

Entre sus habitantes más famosos se encuentran Lady Gaga, Jennifer Aniston, Taylor Swift y Mariah Carey. Ahí pasó sus últimos días el legendario Michael Jackson. Rentaba una mansión decorada como castillo francés por unos 300,000 dólares al mes.

La situación de emergencia que se vive en la zona ha recordado el catastrófico fuego que destruyó en dos días más de 500 casas en Bel-Air en 1961, uno de los peores incendios en la historia de Los Ángeles.

Actores de aquella época perdieron sus propiedades.

"De ese fuego aprendimos algunas cosas y mi mensaje al respecto es continuar monitoreando el clima para llevarle ventaja al incendio", dijo Ralph Terrazas, el jefe de bomberos de Los Ángeles.

"No hay tiempo de ser un héroe"

Las autoridades fueron enfáticas en que todos debían salir de sus casas sin importar qué podían llevar consigo, pues en estas circunstancias no falta quien intenta salvar sus pertenencias y pone en riesgo su vida.

"Estamos perdiendo algunas propiedades y eso es trágico, pero lo más importante es la vida de las personas", recalcó Paul Koretz, concejal del distrito que abarca el área afectada por este incendio.

"No hay tiempo de ser un héroe", señaló por su parte Charlie Beck, el jefe de la Policía de Los Ángeles.

"Es muy triste todo esto", expresó Kim Hang, una mujer asiática que apenas si tomó su cartera y celular para salir de su casa. "Esperemos que al regresar nuestras cosas sigan ahí", agregó.

A la zona también llegó gente que terminó extraviada por las rutas alternas de sus mapas satelitales (GPS). Intentando evitar los cierres de autopistas y vías fueron llevados a lugares que también bloquearon las autoridades.

"No dejan pasar, todos estamos dando vueltas en círculo", lamentó José Ventura, un hispano que intentaba llegar a su trabajo en el Valle de San Fernando. "Solo espero que mi jefe entienda esto", expresó frustrado.













(univision)