Por segunda ocasión, la Unidad de Inteligencia recopiló las armas, que fueron confiscadas en atención y seguimiento a los distintos reportes de denuncia anónima, abandonadas y/o entregadas de manera voluntaria a esta Corporación.
Entre el armamento, también se destruyó un explosivo tipo salchicha Senatel
Magnafrac, el cual se emplea para la minería y una granada de práctica GasCS. S&W, utilizada para realizar disturbios.
Aunque estas armas de utilería no son letales, son difíciles de identificar su
autenticidad a simple vista, por lo que provocan el mismo efecto psicológico en las víctimas.