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Unicef advierte deserción por lenta reconstrucción de escuelas

La organización internacional dijo que los niños, cuyas escuelas fueron dañadas, acuden menos horas a la escuela, debido a las condiciones precarias de las instalaciones.





12 de Septiembre de 2018 a las 12:09 hrs -- Ariana Rodriguez
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La Unicef en México manifestó que a raíz de los terremotos del 7 y 19 de septiembre de hace un año en nuestro país, aún existen escuelas que permanecen afectadas y los niños, continúan en aulas prefabricadas.

"A la fecha la reconstrucción de las escuelas no ha concluido los niños están fuera de ellas y se ha detectado alta deserción escolar", dijo.

La lenta reconstrucción de los colegios mexicanos afectados por los sismos de septiembre de 2017 hace que muchos alumnos todavía asistan a clase apenas unos días por semana, lo que favorece la deserción escolar, según un informe publicado por la Unicef.

"Los niños y niñas cuyas escuelas fueron dañadas asisten menos horas a clase (de dos a tres horas al día) y suelen asistir sólo dos o tres días a la semana", apuntó.

Entre los factores que favorecen estas jornadas lectivas más cortas están el calor que se acumula dentro de las carpas montadas para impartir las clases, la falta de instalaciones sanitarias y la escasez de agua potable.

El representante de la Unicef en México, Christian Skoog, alertó que "México necesita desarrollar programas y beneficios de emergencia que cubran las necesidades básicas de grupos vulnerables, especialmente familias con niños, evitando así afectaciones irreparables a largo plazo".

Señaló que "las necesidades de atención psicosocial siguen vigentes en los niños y los servicios disponibles para atenderlos son limitados".

Agregó que la vida en general de las comunidades afectadas "ha cambiado sustancialmente a causa de los terremotos".

Después de los sismos de hace un año, personal de la Unicef se concentró en zonas más afectadas de la Ciudad de México, Morelos, Chiapas, Puebla y Oaxaca, donde trabajaron de la mano de universidades y de gobiernos locales para atender la emergencia.

Durante su trabajo, la Unicef detectó que en varios municipios de Chiapas y Oaxaca los alimentos para los damnificados son de poco valor nutricional.

También detectó que la población infantil estuvo en contacto con agua contaminada y residuos en calles de Oaxaca y Chiapas.


(Milenio)