El ex secretario general de la ONU Kofi Annan fue sepultado ayer con honores militares tras un solemne y emotivo funeral de Estado en Ghana, su país natal, donde le rindieron un homenaje líderes de varios países africanos y dignatarios internacionales.
La exequias se oficiaron en el Centro Internacional de Conferencias de Accra, capital ghanesa, presididas por clérigos de varios grupos eclesiásticos y amenizadas por tamborileros tradicionales.
El funeral contó con la presencia, entre otros, del jefe de Estado de este país de África occidental, Nana Akufo-Addo, y del secretario general de la ONU, António Gutiérrez, además de varios presidentes de África y dignatarios de todo el mundo.
Ghana ha dedicado a su ciudadano más renombrado un duelo nacional de tres días, que culminó ayer con banderas a media asta y 17 disparos durante el sepelio celebrado en el Cementerio Militar en Burma Camp, junto al cuartel general del las Fuerzas Armadas ghanesas.
Dos enormes retratos, con su habitual rostro calmado y serio, presidieron la entrada del edificio en su honor, en una ceremonia a la que fueron invitadas unas dos mil personas.
Entre las diversas actuaciones musicales, la soprano y cantante de ópera Barbara Hendricks, embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y amiga de Annan, interpretó el histórico himno góspel “We Shall Overcome”.
Durante el acto tomaron la palabra el presidente de Ghana y el actual secretario general de la ONU, así como la viuda de Annan, Nane Lagergren, y los hijos de ambos, quienes elogiaron la genuina labor de su padre.
“Durante la tumultuosa era en la que Annan dirigió las Naciones Unidas combinó la compasión, el compromiso y la habilidad diplomática para acercar la organización hacia la paz mundial”, afirmó Gutoiérrez durante su tributo.
“Kofi Annan era la ONU y la ONU era Kofi Annan”, sintetizó Gutiérrez, al asegurar que muchos encontraron en el Nobel de la Paz 2001 un aliado y un líder excepcional capaz de unir a las personas para trabajar por la paz.
Por su parte, su viuda, emocionada, describió a su marido como un “ser humano extraordinario” y subrayó que “intentó hacer del mundo un sitio mejor, en nuestras casas, pueblos, ciudades y comunidades”.
“Mi amor, descansa en paz y sigue inspirándonos y guiándonos”, agregó Nane.
Annan entró en Naciones Unidas en 1962 y fue ascendiendo en sus filas hasta llegar a la secretaría general en 1997, función que desempeñó hasta 2006. El 18 de agosto a los 80 años, Annan falleció en Suiza.
(Milenio)