Puede decirse que Andrés Manuel López Obrador vive en las nubes. Y con razón.
De los primeros 100 días de su gobierno, el Presidente dedicó 56 a recorrer el país como lo ha hecho en los últimos 12 años de campaña: en vuelos comerciales y por carretera. Siempre desde las plazas y centros de las cabeceras municipales hasta los pueblos más alejados y las sierras más incomunicadas del país.
Hasta ahora, López Obrador ha tomado 42 vuelos comerciales o casi uno cada dos días. De norte a sur ha recorrido 40 mil kilómetros, suficiente para darle la vuelta al mundo. Aunque renunció al lujo de la flota aérea presidencial, en total ha pasado volando 4 mil 150 minutos o 172 horas, unos siete días.
Por tierra, López Obrador ha mantenido el ritmo de antaño: en 100 días recorrió 11 mil 728.3 kilómetros, suficiente para viajar de Ciudad de México a Nueva York de ida y vuelta y de regreso otra vez.
En resumen, estuvo a bordo de su vehículo —camioneta o Jetta— 10 mil 969 minutos. Eso significa que usó más de 182 horas para llegar a sus mítines, hablar con los ciudadanos, entregar apoyos sociales y anunciar acciones de su gobierno.
En términos llanos, ha pasado una décima parte de su mandato metido en lo que lleva haciendo toda una vida: viajando.
El Estado de México, Sinaloa y Tabasco fueron las entidades que el Presidente visitó más. Encabezó cuatro veces diversos actos en cada uno de ellos, seguidos por Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
Mientras que Guanajuato, Jalisco y Aguascalientes fueron las entidades que quedaron pendientes para los días 98, 99 y 100 de su mandato, luego de que tuvo que posponer esta gira por la explosión del ducto en Tlahuelilpan el 18 de enero pasado.
El presidente continuará con estos recorridos, haciendo paradas en las carreteras para desayunar en fondas y en restaurantes típicos, sin ningún protocolo de seguridad, bajo la convicción de que “el pueblo es bueno y me cuida”.
(Milenio)