Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió las cartas credenciales del nuevo embajador de Venezuela en México, Francisco Arias Cárdenas, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) reiteró este martes que el Gobierno de México ha mantenido una posición de neutralidad respecto de las partes en el conflicto interno en Venezuela.

Al respecto, aclaró que el procedimiento no lleva implícito el reconocimiento o desconocimiento de un gobierno extranjero con el que se mantienen relaciones diplomáticas, como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela.

Señaló que de conformidad con sus principios constitucionales y a la doctrina Estrada, México lleva a cabo el procedimiento de entrega de cartas credenciales, y así lo hizo con el nuevo embajador quien arribó a México el pasado 2 de abril, y presentó copias de cartas credenciales el 31 de mayo, fecha en la que inició sus funciones.

Explicó que, de acuerdo con la práctica en vigor en México, que se aplica de manera uniforme y en estricto apego a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de la que México es Estado parte, el beneplácito o plácet a un embajador no se otorga con base en el procedimiento que en el Estado acreditante se lleva a cabo para nombrarlo.

De la misma manera, se considera que un jefe de misión ha asumido sus funciones en el Estado receptor desde el momento en que haya presentado sus cartas credenciales, o bien, en que haya comunicado su llegada y presentado las copias de sus cartas credenciales a la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Asimismo, señaló que el orden de presentación de las cartas credenciales o de las copias de sus cartas se determina por la fecha y hora de llegada del jefe de misión.

En ese sentido, indicó que para concluir con el protocolo establecido, Arias Cárdenas presentó el pasado 19 de agosto al presidente Andrés Manuel López Obrador las cartas credenciales que lo acreditan como embajador de la República Bolivariana de Venezuela en México.

Resaltó que el Gobierno de México reitera su apego a los principios de no intervención en asuntos internos de los países, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, protección y promoción de los derechos humanos.


(El Financiero)