Estados Unidos pidió el jueves que Paul Rusesabagina, cuya historia inspiró la película "Hotel Rwanda", tenga un juicio justo, en un momento en que se multiplican las dudas sobre las circunstancias en que fue detenido y su regreso a Ruanda.
Rusesabagina, de origen hutu, era el director de un hotel de lujo en Kigali, y su historia inspiró la película "Hotel Rwanda", donde se cuenta cómo salvó más de 1.000 vidas, en medio de un genocidio que provocó alrededor de 800.000 muertes entre abril y julio de 1994, en particular entre la minoría de la etnia tutsi, pero también entre hutus moderados, de acuerdo con la ONU.
Actualmente opositor acérrimo del presidente de Ruanda, Paul Kagame, vivía en Bélgica y en Estados Unidos desde que abandonó su país de origen en 1996. El lunes apareció esposado en Kigali y la policía dijo que era sospechoso de "haber financiado y creado grupos terroristas".
Este jueves, el subsecretario de Estado norteamericano para asuntos africanos, Tibor Nagy, dijo que se había reunido con la embajadora ruandesa en Estados Unidos, Mathilde Mukantabana, para conversar sobre el contexto de este arresto.
Estados Unidos espera que el gobierno ruandés le trate humanamente, respete el Estado de derecho y garantice a Rusesabagina un juicio justo y transparente", dijo en un comunicado.
Las circunstancias de su arresto y de su entrega a la policía ruandesa no están claras. La Oficina de Investigaciones de Ruanda (RIB) indicó que Rusesabagina había sido detenido gracias a la cooperación internacional, sin dar más detalles.
La familia de Rusesabagina asegura que no entiende cómo habría regresado voluntariamente a Ruanda.
Pensamos que fue raptado y entregado ilegalmente en Ruanda", dijo el portavoz de la familia en un comunicado. Está "detenido por el gobierno del presidente Paul Kagame bajo acusaciones falsas", agregó.
Los investigadores le imputan actos de terrorismo, incendios, secuestros y asesinatos, sobre todo cometidos en territorio ruandés en dos oportunidades, en junio y diciembre de 2018.
Hay ruandeses que lo ven como un héroe, pero otros, sobre todo los adeptos de Kagame, lo consideran un impostor.
Desde el exilio, Rusesabagina fundó el Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático (MRCD) y continuó fustigando al presidente Kagame por amordazar a la oposición.
(Excélsior)
