La historia es de dragones que salvaron el mundo y se convirtieron en leyenda, de una aguerrida joven que lucha por recuperar la gema que mantiene a la humanidad unida y del encuentro entre esos mitos con los que crecimos; una realidad por la que hay que seguir trabajando cada día.
Danna Paola interpreta en español a la guerrera Raya, y en entrevista con M2 habló de su experiencia trabajando de la mano de Disney en esta historia. ¿Creíste que siendo tan joven serías reconocida como un talento internacional? Unirme a aventuras como ésta me hace sentir más feliz de ser una mexicana en un gran proyecto así. En los primeros minutos de la película te exponen a una situación de la humanidad que se parece al que estamos viviendo. Es una similitud gigantesca, y sin querer queriendo. Es una película perfecta para estos momentos. Los temas principales son la unión y la confianza. Para mí también fue un golpe de realidad pensar que confiar en los demás nos da un mundo mejor. Si hoy nos unimos para sacar adelante esto, si tratamos de dejar de ver quién tiene la razón y dejamos de pelear, todo esto mejoraría.
Raya es una guerrera muy empoderada, pero aquí lo que parece estar buscando es la no guerra. ¿Coincides? Exactamente. Como ella dice, las personas siendo personas dividen todo y pelean por una cosa, que es la gema que está protegiendo, y ella lo único que quiere es regresar a Kumandra. La película está inspirada en el sudeste asiático y te lleva por todo un carrusel de altas, bajas; lloras, te ríes. Cada personaje es icónico, y te deja un mensaje: aprende a confiar, no todo es 100% malo. Que increíble relación con Raya y la ¿dragón?, ¿dragona?
Dragona. Sí, es superbonita su amistad; Zizu es una figura admirada por Raya, muy mística, y ella no puede creer que se vuelva realidad. Aprende a tomar los buenos consejos que no se esperaba y se hace de aliados muy diversos. Desde una niña de dos años hasta un gigante, que parece todo malote y tiene corazón de pollo; se hace un gran equipo para lograr el objetivo, que es salvar a Kumandra. Ahí te das cuenta de que no hay que juzgar a las personas por su apariencia, sino por el talento y las emociones. Cuando hiciste ‘Wicked’, Stephen Schwartz estaba fascinado contigo. ¿Cómo canalizas estas experiencias y colores con tu voz?
Me encantó interpretar a Elphaba, creo que este color verde ha sido un buen augurio para mí. La ilusión que tengo es renovarme y reinventarme, y la vida me pone proyectos que me dan una gran oportunidad para hacerlo. Ha puesto en mi camino experiencias que me lo permiten, como lo fue Wicked, y ahora Raya, que va a marcar mi vida y espero que trascienda. CERCA DE CASA M2 también platicó con la productora Osnat Shurer (Moana) y el director mexicano Carlos López Estrada, quienes brindaron un toque más internacional a la historia que se siente como una leyenda universal. Osnat, ¿cómo llegaron a trabajar con Carlos?
Tuve suerte porque Carlos llegó al estudio y pensó que lentamente trabajaría en desarrollar sus películas, y lo está haciendo, solo que no lentamente. Él nos ayudó a encontrar el verdadero idioma de la cinta, a que se sintiera muy contemporánea, gracias a su lenguaje cinematográfico. Carlos, ¿cómo traes tu experiencia de cine contemporáneo a Disney? Los últimos dos años han sido una experiencia increíble y emocionante. Vengo de hacer cine independiente, así que imagínate lo que fue entrar al mundo Disney. Lo más interesante y complicado es que tienen una forma específica de construir sus historias. Se tardan años, se involucran muchísimas personas: animadores, artistas del storyboard, no es un director, sino un equipo de dirección. Mi entrada, con un punto de vista un poco distinto, nos dio la oportunidad de explorar otras formas de contar historias.
¿Cómo te preparó para esta experiencia ser hijo de Carla Estrada? En todas las formas posibles. Mi madre y yo tenemos una relación muy linda. He aprendido todo, tanto del cine como de la comunicación, como personalmente. Crecí muy apegado a ella. Le debo todo y estaba contentísima, hace dos días fue la premier (remota) para nuestro equipo y ella me acompañó en mi casa en Los Ángeles y conoció a todo mi equipo. No paró de llorar. Cuatro horas después seguía llorando de verla.
(milenio)
