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Lozoya pierde 3 testigos y aleja pacto con FGR

Se trata de Édgar Torres Garrido, José Velasco Herrera y Fabiola Tapia, quienes son piezas fundamentales en la estrategia legal de Lozoya Austin.





24 de Noviembre de 2022 a las 10:20 hrs -- Jimena Jimenez
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Los procesos de Odebrecht y Agronitrogenados se le complican a Emilio Lozoya y es que el ex director de Pemex no solo no ha podido llegar a un acuerdo con las autoridades para cancelar las acusaciones que pesan en su contra, sino porque tres de sus testigos clave han muerto, lo que complica su defensa en posibles juicios al grado de que incluso podrían no tomarse en cuenta.

Se trata de Édgar Torres Garrido, José Velasco Herrera y Fabiola Tapia, quienes son piezas fundamentales en la estrategia legal de Lozoya Austin para corroborar su narrativa en este par de casos de corrupción que lo tienen preso en el Reclusorio Norte desde hace poco más de un año.

En el caso de Torres Garrido y Velasco Herrera fueron de los colaboradores más cercanos de Emilio Lozoya, incluso años antes de que fuera nombrado director de Pemex en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Con Édgar Torres la amistad comenzó en 1994 cuando coincidieron en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), donde ambos estudiaron la licenciatura en Economía.

La relación con José Velasco incluso viene desde el gobierno del priista Carlos Salinas de Gortari en el que fue asignado como chofer de la familia de Emilio Lozoya Thalmann, primero director general del ISSSTE y después secretario de Energía.

Durante su gestión al frente de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin designó a Édgar Torres Garrido como asesor Ejecutivo de la Dirección General; mientras que José Velasco Herrera fue su jefe de ayudantes.

Torres Garrido, fallecido en septiembre pasado, es fundamental en la defensa de Lozoya Austin en el caso Agronitrogenados, pues ante el Ministerio Público de la Federación declaró que tanto el ex presidente Enrique Peña Nieto como su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, no solo tenían conocimiento de la adquisición de esa planta chatarra sino que presionaban al entonces director de Pemex para acelerar el proceso de compra.

(Milenio)