Un nuevo incendio masivo en Irak durante la celebración de una boda a la que asistieron más de 500 de personas dejó al menos 114 muertos y más de 200 heridos, una tragedia que ha conmocionado el país y que ha vuelto a poner el foco sobre la corrupción y la negligencia relacionada con la infraestructura.
La catástrofe, calificada de “accidente” por el Gobierno iraquí, tuvo lugar la noche del martes al miércoles en el distrito de Al Hamdaniya, en la provincia norteña de Nínive, y ha sido atribuida al uso de fuegos artificiales y de bengalas en el interior de la sala donde se celebraba la boda.
De acuerdo con la Defensa Civil, la sala de la boda estaba cubierta de paneles de plástico Ecobond “altamente inflamables“, cuyo uso en este tipo de construcciones constituye “una violación de las instrucciones de seguridad”, mientras que la instalación carecía de sistemas de alarmas y de extinción de incendios.
(LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL)