La presa Valle de Bravo del Sistema Cutzamala está en su nivel más bajo, pero repleta de aguas negras, con alto contenido de coliformes fecales y bacterias tóxicas, que son vertidas al embalse por dos ríos, principalmente; el nivel de contaminación es tan alto, que ya en la planta potabilizadora Los Berros han tenido problemas para su purificación, previo envío al Valle de México, alertó el doctor Jorge Ramírez Zierold, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
“Lo que tenemos es un grave problema de vertimiento de aguas negras, aguas grises de manera constante o intermitente, pero en cantidades muy grandes. La presa Valle de Bravo del Sistema Cutzamala recibe aguas tanto de origen doméstico, aguas de drenaje, aguas negras y en algunos casos escorrentías de zonas de cultivo, lo cual agrava también la situación porque traen los excesos de fertilizantes que aplican en el campo, se lixivian y se van en las corrientes hacia la presa, un problema que se denomina eutrofización”, dijo en entrevista., Ramírez Zierold, quién desde 2001, realiza el monitoreo de la calidad del agua de esa presa.
(milenio)