El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aceptó que su país está detrás del ataque aéreo que mató a siete personas que trabajaban para la organización benéfica World Central Kitchen en Gaza, pero lo calificó de involuntario y “trágico”, mientras el ejército prometió una investigación independiente.
“Desafortunadamente, el día pasado hubo un evento trágico en el que nuestras fuerzas dañaron sin intención a no combatientes en la Franja de Gaza”, dijo Netanyahu en una declaración en video.
El ataque contra el convoy de la organización mató a ciudadanos de Australia, Gran Bretaña y Polonia, así como a palestinos y a una persona con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá.
(MILENIO)