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Los problemas de Dilma

La presidenta de Brasil enfrenta en estos días protestas sociales, una economía a la baja y pérdida de popularidad.





17 de Abril de 2014 a las 10:07 hrs -- Jonathan Gonzalez
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A seis meses de las elecciones en las que buscará su permanencia en el poder por otros cautro años, las presidenta Dilma Rousseff enfrenta un panorama que pareciera que no podría ser peor.

Una nueva caída de su imagen en las encuestas, la inflación que galopa sobre el estancamiento económico y las investigaciones de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, se suman al descontento por los gastos para el Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos de 2016.

Ese contexto, abiertamente desfavorable para la presidenta, volvió a disparar la acción de un sector cada vez más amplio de su Partido de los Trabajadores (PT) para que el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva sea nuevamente candidato a la presidencia, algo que el líder petista de+smintió por octava vez en los últimos meses la semana pasada en una entrevista con blogueros.

La última encuesta de Datafolha dejó a Rousseff con 38% de la intención de voto, cuatro puntos menos que la realizada en enero, pese a lo cual sigue siendo la favorita. En segundo lugar se ubica el ex gobernador de Minas Gerais, y candidato del Partido Social Demócrata Brasileno (PSDB), Aecio Neves, con 10%.

El enojo de la sociedad se ha convertido en temor dentro del PT por la posibilidad de que la imagen presidencial siga retrocediendo. “El descontento y el cúmulo de problemas a resolver dejan ver que el camino a la reelección se está complicando”, dice el analista Luiz Eduardo Pereira.

La inflación de 6.15% en el último año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, aparece como el nuevo eslabón del descontento en una clase media que desde 2013 busca manifestar su ira cada vez que se le presenta la ocasión o cuando es convocada por las redes sociales. Brasil ya no es el país de la primera década del siglo XXI, cuando crecía 7.5 % anual. En la era Dilma el crecimiento del PIB no supera 2.7 anual y para este año el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó un crecimiento de 1.8%.