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La UNAM crea robots para labores de protección civil

Uno de los aparatos tiene sensores para evitar obstáculos y puede detectar si hay señales de vida o fugas de gas en las zonas de derrumbes o terremotos.





18 de Julio de 2014 a las 13:31 hrs -- Centinela Digital
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Un grupo interdisciplinario de estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, bajo la coordinación de Humberto Mancilla Alonso, desarrolló diversos dispositivos robóticos que pueden ayudar en tareas de rescate en caso de desastres o para realizar investigaciones científicas.

Entre ellos destaca un pequeño robot terrestre explorador, denominado Omnimóvil, cuyo objetivo es contribuir en las tareas de protección civil cuando ocurren terremotos, explosiones o derrumbes, informaron en un comunicado.


Explorador de desastres

El Omnimóvil es un prototipo todo terreno, con movimientos diagonales, laterales, frontales y en reversa, además de que es capaz de girar sobre su propio eje, lo que le permite gran maniobrabilidad en espacios reducidos. Además, tiene una suspensión mecánica independiente que le facilita mayor movilidad.

“La versatilidad le brinda la posibilidad de acceder a situaciones complejas, a terrenos difíciles o complicados. Por ejemplo, en caso de un sismo, sus sensores tienen la capacidad de esquivar o pasar por encima de piedras en busca de señales de vida o para detectar fugas de gas”, señaló Mancilla.

En ese tipo de siniestros, la participación de bomberos o de grupos de rescate compromete la integridad de las personas, por lo que sería importante enviar primero un artefacto que establezca la gravedad de la situación, abundó el especialista de la UNAM.

El grupo, conformado por alumnos del área de mecatrónica y de las carreras de ingeniería mecánica y diseño industrial, realizó el proyecto mecánico de la estructura, “lo que le da un plus a este dispositivo innovador y proporciona a los jóvenes experiencia y motivación”, indicó el académico.

Mancilla mencionó que los alumnos han aportado mucho. “Como académico es satisfactorio contar con un grupo multidisciplinario con la misma filosofía de vida, lo que permite un compromiso intenso con sus prototipos.

El académico de la FES Aragón dijo que la elaboración de estos prototipos responde a la inquietud de los estudiantes, quienes propusieron proyectos vinculados. Entonces, se plantearon el objetivo de cristalizar su capacidad y ofrecer sus servicios a otro centro de investigación que requiera artefactos con ciertas especificaciones.


Acuático para la ciencia

“La robótica cooperativa empieza a tomar importancia en el mercado y en aplicaciones tan diversas como rescate, supervisión y monitoreo, así que consideramos una oportunidad el desarrollo de vehículos de supervisión y monitoreo operados desde alguna central lejana”, comentó Mancilla.

El equipo recibió una petición de colaborar con un centro de investigación de la UNAM que les planteó la necesidad de un artefacto sumergible teledirigido con capacidad de soportar la presión a grandes profundidades.

Además, solicitaron que el artefacto tome fotografías, realice batimetría (estudio de las profundidades marinas) y funciones de topografía, entre otras.

A partir de ello surgió la necesidad de elaborar un mecanismo con aplicaciones de monitoreo acuático de mayor precisión que obtuviera datos, imágenes fotográficas y video de arrecifes de coral sin dañarlos.

También necesitaban que enviara la información en forma remota a los centros de investigación y fuera funcional en la exploración de zonas de riesgo, como las utilizadas por la industria petrolera o con daños radiactivos.

Sylvana Martínez Peredo y Samuel Ledezma Flores, quienes actualmente desarrollan ese vehículo no tripulado (dron), mencionaron que este tipo de aparatos tienen gran potencial en áreas diversas porque pueden desplazarse con rapidez y superar cualquier tipo de obstáculo, además de ofrecer imágenes y otro tipo de información colectada por medio de sensores.

Las especificaciones principales serían, entre otras, revestir el dron con un material que no sea agresivo con el ecosistema, sumergible a una profundidad de entre 30 y 40 metros; dotarlo de una cámara acuática de alta calidad; luz que no dañe el entorno; sistema inalámbrico para la transmisión de datos en tiempo real, así como batería recargable.

“Nos emociona poder contribuir en ese aspecto, pues existe la necesidad de este tipo de instrumentos para efectuar tareas de investigación, y el que diseñamos facilitaría esa labor”, externaron.

“Esto nos puede dar como institución una carta de presentación fuerte, debemos fomentar en los jóvenes que dejen de casarse con lo comercial y generar nuestra propia tecnología”, concluyó Mancilla.











(Milenio)