Cuba es la última escala de la gira latinoamericana del presidente chino, Xi Jinping, quien durante 48 horas explorará el estado de las relaciones bilaterales con su socio más antiguo. Llegó diez días después de su colega ruso Vladimir Putin. Los presidentes de las dos mayores potencias del mundo comunista aterrizaron en un momento geopolíticamente delicado por la crisis de Ucrania.

Xi Jinping fue recibido por su anfitrión Raúl Castro, quien le condecoró con la orden José Martí. Después ambos testificaron la firma de acuerdos. El lunes, una cincuentena de empresarios del coloso asiático participaron en un foro sino-cubano. Examinaron con contrapartes cubanas las posibilidades de nuevos negocios e inversiones, amparados por la nueva ley de inversiones y en la nueva zona de desarrollo del Mariel, a 45 kilómetros al oeste de La Habana.

Déborah Rivas, directora general de Inversiones Extranjeras de Cuba, .El viaje de los hombres de negocios orientales, aseguró: "queremos que los empresarios chinos inviertan en Cuba y que se asocien con empresas cubanas". Los sectores de interés son el transporte -fabricación o ensamblaje de motos y coches-, la energía y el turismo.

En las conversaciones bilaterales hicieron balance de los acuerdos previos, incluso de los que no se llegaron a materializar, que han hecho del coloso asiático el primer socio comercial de la isla después de Venezuela.

"Cuba ya se encuentra impulsando de forma integral la actualización del modelo económico, lo cual constituye nuevas e importantes oportunidades de desarrollo para los lazos chino-cubanos", dijo Xi.

Tal vez por eso, además de la identificación ideológica, Pekín es el principal sostén financiero de La Habana, impedido por el bloqueo estadounidense de recibir financiación de organismos internacionales.

Por la mañana, el presidente invitado inauguró una fábrica de biosensores, construida con colaboración china, que permitirá atender con kits de medición del nivel de glucosa en los más de 800.000 diabéticos diagnosticados en la isla.

Tras la firma de los acuerdos, Xinping presidió una función especial del Ballet Nacional de Cuba con bailarines chinos. Este miércoles la comitiva viajará a Santiago de Cuba para la segunda parte de la estancia donde verán cómo mejorar la infraestructura del puerto santiaguero, dañado por el huracán Sandy.

Señaló que el viaje "cumplirá con los propósitos de fomentar la amistad, ahondar la confianza mutua, ampliar la cooperación e impulsar el desarrollo, abriendo una nueva etapa de la cooperación amistosa de beneficio mutuo entre China y Cuba".

También se preveía, fuera de agenda, un encuentro con Fidel Castro. El mandatario chino conoce el protocolo pues fue recibido por el líder cubano durante su primer viaje a Cuba en el 2011.

Pero Fidel lo acogió con un largo texto publicado en el diario Granma titulado "Es hora de conocer un poco más la realidad". Escribió: "No albergo la menor duda de que cuando el Presidente Xi Jinping culmine las actividades para cumplimentar su gira en este hemisferio, al igual que el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ambos países estarán culminando una de las proezas más grandes de la historia humana".

El líder cubano que cumplirá 88 años en agosto, destacó la importancia del grupo Brics, que suma la mitad de los habitantes del planeta, donde Rusia y China son "los dos países llamados a encabezar un mundo nuevo que permitiría la supervivencia humana si el imperialismo no desata antes una criminas y exterminadora guerra".
















(El Tiempo)