La Policía británica deberá indemnizar con 425.000 libras (539.043 euros) a una mujer que se quedó embarazada de un policía secreto que decía llamarse Bob Robinson. "Llevaba el pelo largo y se presentó como un izquierdista radical", narró la mujer al periódico The Guardian.

Los hechos ocurrieron en 1984 cuando el supuesto Bob Robinson conoció a la mujer que hace llamarse Jacqui para preservar su identidad real. La entonces joven, de 22 años, se enamoró rápidamente, y después se quedó embarazada, de aquel hombre "encantador y carismático", hasta que desapareció dos años más tarde.

"En realidad, era un agente de una sección especial de policía que trabajaba en las manifestaciones. Participaba en una misión de cinco años de duración en la que tenía que infiltrase en los grupos de defensa del medio ambiente y de los derechos de los animales".

El agente fue promocionado

Cuando el agente terminó su misión, retomó su verdadera identidad, su propia familia, sus hijos y fue promocionado, mientras Jacqui y su hijo se quedaron sin noticias de él.

En 2012 la mujer descubrió, por casualidad, la verdadera identidad del padre de su hijo al leer en un periódico los trabajos encubiertos de la policía británica en la época de las campañas antinucleares de los años 80, denunciados por Greenpeace. Desde ese momento, Jacqui se encuentra en tratamiento psiquiátrico y ha contemplado el suicidio, reconoce el rotativo británico.

La policía británica ha reconocido los hechos y ha presentado sus "profundas disculpas por el sufrimiento que ha causado esta relación". Además, Scotland Yard ha precisado que las instrucciones dadas a los policías no permitían bajo ninguna circunstancia "relaciones sexuales" con las personas que estaban espiando. Sin embargo, los hechos demuestran que este tipo de relaciones eran habituales.

La policía británica afronta, al menos, otras 10 demandas legales de más mujeres que dicen haber sufrido traumas emocionales después de descubrir que sus novios eran agentes encubiertos.











(El Correo)