Cinco mil euros ganados, nada mal. Pero, oh sorpresa, un hombre francés tuvo que sentarse al enterarse de que en realidad su suerte era aún mucho (pero mucho) más grande. El sorteo de la lotería Euromillón le deparó al galo mucho más que esa nada despreciable cifra; el hombre se enteró, de casualidad, que en realidad el premio era de ni más ni menos que 73 millones de euros, monto que permite hacer casi lo que uno desee.

El hombre había jugado un boleto a principios de diciembre, y durante la Navidad no tuvo tiempo de verificar los resultados. Finalmente, en Enero, y cuando quedaban tres semanas del plazo de 60 días para que el premio caducara, acudió a una agencia con la idea de retirar los cinco mil euros.

El comerciante que lo atendió, sin embargo, le informó de que la cantidad que le correspondía sólo se podría cobrar en un centro de pago especial de la lotería, y allí le dieron la buena nueva: había ganado 72.971.665 euros, el séptimo mayor premio en la historia de los juegos de azar en Francia. “Estaban felices y serenos a la vez”, señaló Stéphane Pallez , presidenta de la lotería estatal francesa Française des Jeux (FDJ), en referencia al ganador y su cónyuge. El premio fue cobrado en cheques, los cuales tranquilizaron a la feliz pareja.

La familia ganadora, cuya identidad no trascendió, contó que en primer lugar querían viajar “hasta el fin del mundo”, ir a comer a los restaurantes distinguidos con estrellas Michelin y comprarse un coche nuevo, pero que no piensan abandonar su Alsacia natal por nada del planeta. A vôtre santé, mes amis!







(VAO)