Según esa investigación, el gerente del local recibió un tiro en la parte posterior de la cabeza por parte del atacante, Mon Haron Moris, un clérigo nacido en Irán.

Los abogados de la oficina forense del estado de Nueva Gales del Sur afirmaron que, pese a que no se grabaron imágenes de video en el interior del café, se hizo un recuento pormenorizado de la trayectoria de cada bala que se disparó en las 17 horas que duró la toma de rehenes.

El gobierno australiano lanzó esta investigación para ver cómo el atacante tuvo acceso a un arma cuando había sido liberado de prisión bajo fianza pero enfrentaba cargos cómo cómplices por la muerte de su ex mujer.











(BBC Mundo)