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Seis hábitos que refuerzan tu mente

Como cualquier buena máquina, el cerebro necesita de un poco de cuidado y atención para que siga funcionando con el paso del tiempo. Desafortunadamente, la información disponible es a menudo contradictoria y confusa.





01 de Septiembre de 2015 a las 10:02 hrs -- Centinela Digital
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Pero, de entre la evidencia hasta ahora incontrovertible, estos pocos consejos, publicados en el portal web de noticias BBC Mundo pueden ayudarte a agudizar tu ingenio y mantener tu potencia mental.

SÍ: protege tus oídos

La mente sufre cuando queda aislada de sus sentidos.

Quizá por el esfuerzo extra de atención que requiere, la pérdida de la audición parece disparar la pérdida de materia gris del cerebro. Según un estudio, sobre un período de seis años, incrementa en un 24% el riesgo de deterioro cognitivo.

Escuchar 15 segundos al día rock a todo volumen es suficiente para ocasionarte daños auditivos. Incluso el uso por 15 minutos diarios de un secador de pelo puede dañar las pequeñas células que recogen los sonidos.

Y si ya crees que te cuesta oír, es recomendable que busques asistencia médica. Atacar el problema en la raíz podría prevenir un daño mayor.


NO: pierdas fe en tus habilidades

A medida que la gente envejece, se asume que los olvidos pasan porque la memoria está desapareciendo.

En los últimos diez años, Dayna Touron, especialista en psicología cognitiva de la Universidad de Carolina del Norte, descubrió que con el paso del tiempo tenemos la tendencia de perder la confianza en nuestras habilidades mentales, aunque muchas veces se encuentren funcionando sin problemas.

El resultado es que cada vez nos apoyamos más en "muletas" como el GPS del carro o la libreta de direcciones del teléfono. Irónicamente, al no ponernos a prueba, podríamos estar acelerando nuestro declive.

SÍ: aprende un idioma o a tocar un instrumento musical

Más que jugar con una aplicación de entrenamiento cerebral, o con un crucigrama, podrías considerar un ejercicio mental más ambicioso, como aprender a tocar piano o estudiar otro idioma.

Ambas cosas requieren del uso de una gran variedad de habilidades, de ejercitar la memoria, la atención, la percepción sensorial y el control motor, a medida que lidias con nuevas escalas o con los sonidos extraños de palabras nuevas.

El año pasado un estudio descubrió que los músicos tienen un 60% menos de probabilidades de desarrollar demencia que las personas que no tocan ningún instrumento; otro demostró que hablar un nuevo idioma puede retrasar cinco años el inicio del Alzheimer.

NO: tengas un festín de comida chatarra

La obesidad puede perjudicar al cerebro de muchas maneras. La acumulación de colesterol en las arterias puede restringir el flujo de sangre al cerebro, privándolo del alimento y el oxígeno que necesita.

Además, las neuronas son altamente sensibles a la insulina. Una dieta regular alta en azúcar y calorías puede interrumpir las señales de esta hormona, disparando una reacción en cadena que lleva al desarrollo de placas mortíferas que se acumulan en el cerebro.

La buena noticia es que ciertos nutrientes -como los ácidos grasos del omega 3, y las vitaminas D y B12- parecen atenuar los daños cerebrales asociados a la edad.

SÍ: trabaja tu cuerpo

Con frecuencia marcamos una diferencia entre cerebro y fuerza muscular, pero de hecho ponerse en forma es una de las maneras más seguras de desarrollar tu mente.

La actividad física no solo establece un mejor flujo sanguíneo al cerebro, sino que también dispara un aumento de proteínas como la del "factor del crecimiento nervioso", que pueden ayudar a estimular el crecimiento y mantenimiento de las conexiones neurales del cerebro.

SÍ: sal de fiesta

Si todo lo anterior te suena como mucho trabajo, una de las mejores maneras de proteger el cerebro es socializar.

Puesto de manera simple, los humanos somos criaturas sociales y nuestros amigos y familiares nos estimulan, nos retan a probar nuevas experiencias y nos alivian del estrés y la tristeza.

Sorprendentemente, un estudio con personas de 70 años encontró que los individuos más activos socialmente tiene un 70% menos de probabilidades de sufrir deterioro cognitivo en un periodo de 12 años, comparados con aquellos que tenían una vida social menos activa.

Quienes envejecen mejor tienen estilos de vida que lo combinan todo: una dieta variada, actividades estimulantes y un círculo de amigos queridos. Y eso no es tanto una receta para un cerebro saludable, sino para tener una vida feliz.












(Sipse)