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Satélite confirma destrucción de templo en Palmira

mágenes de satélite confirmaron la destrucción del antiguo templo de Bel, conocido como la “perla del desierto”, en la ciudad siria de Palmira, después de conocerse que el Estado Islámico había dinamitado parte del histórico santuario.





01 de Septiembre de 2015 a las 13:44 hrs -- Centinela Digital
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Imágenes de satélite confirmaron la destrucción del antiguo templo de Bel, conocido como la “perla del desierto”, en la ciudad siria de Palmira, después de conocerse que el Estado Islámico había dinamitado parte del histórico santuario.

“Podemos confirmar la destrucción del principal edificio del templo de Bel, además de una fila de columnas colindante”, informó el Instituto de las Naciones Unidas para Formación y la Investigación (UNITAR), que comparó imágenes satelitales obtenidas antes y después de una potente explosión registrada este lunes 31 de agosto.

“Desafortunadamente, las imágenes que adquirimos muestran que el edificio principal del templo ha sido destruido”, dijo Einar Bjorgo, gerente del Programa Operacional de Aplicaciones Satelitales (UNOSAT) del UNITAR, en la página web del instituto, con sede en Ginebra.

En una imagen de satélite del 27 de agosto se ve con claridad el templo, una estructura rectangular rodeada de columnas, cuya erección concluyó en el siglo II, mientras en otra imagen de ayer lunes, sólo son visibles unas columnas situadas en un extremo del emplazamiento.

Se trata del segundo templo de Palmira que los yihadistas destruyen en una semana, tras hacerse en mayo pasado del control total de la ciudad, un oasis y antiguo centro comercial en medio del desierto sirio.

El EI destruyó el pasado 23 de agosto el histórico templo de Baalshamin de Palmira, de casi dos mil años de antigüedad, después de haber colocado gran cantidad de explosivos en el monumento, situado a decenas de metros del teatro romano.

Esta destrucción, confirmada el viernes pasado también por UNITAR, que comparó imágenes de satélite del lugar, fue calificada de “crimen de guerra” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El Estado Islámico, que proclamó un califato en los territorios que tiene bajo su control en Siria e Irak en junio de 2014, ha demolido con frecuencia monumentos que considera objetos de idolatría y ha realizado ejecuciones masivas.

Hace dos semanas, el EI decapitó y colgó de un poste en una plaza pública al destacado arqueólogo sirio, Jaled al Assad, de 82 años, director durante 40 años del parque arqueológico de Palmira.

La ciudad de Palmira, que cayó en manos del EI en mayo pasado, es considerada una reliquia única del siglo I A.C y una pieza maestra de la arquitectura y del urbanismo romano, por las columnas de su famosa calle principal y por sus templos.

Esa ciudad es uno de los seis sitios sirios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, junto a los cascos viejos de Alepo, Damasco y Bosra; el Crac de los Caballeros y las aldeas antiguas del norte del país.

Destrucción del templo de Bel es un crimen contra la civilización: UNESCO

La destrucción del templo de Bel en Palmira, Siria, por los yihadistas del grupo Estado Islámico es un "crimen intolerable contra la civilización", afirmó el martes la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.

En un comunicado, Bokova manifestó su profunda consternación por esa destrucción, pero recalcó que "ese crimen no borrará nunca los 4.500 años de historia de Siria".

"Es fundamental explicar la historia y el significado de los templos de Palmira. Quien la haya visto guardará para siempre el recuerdo de una ciudad que lleva en sí la dignidad de todo el pueblo sirio y encarna las más altas aspiraciones de la humanidad", añadió Bokova.

"Cada uno de los ataques recientes nos insta a compartir todavía más el patrimonio de la humanidad, en los museos, las escuelas, la prensa, el hogar... Ese es el sentido de las iniciativas tomadas en el mundo entero por la UNESCO y por numerosos ciudadanos de todas las nacionalidades, religiones y orígenes y muy particularmente en el mundo árabe y musulmán. La energía de la cultura es más fuerte que todos los fanatismos y nada podrá sofocarla", agregó.

Según información de testigos oculares confirmada por imágenes satelitales de la agencia UNOSAT, el templo de Bel, en Palmira, uno de los monumentos más emblemáticos de este sitio del patrimonio mundial, fue destruido con explosivos el pasado 30 de agosto.












(El Economista)