Las bajas tasas de interés que han implementado algunos bancos centrales de países desarrollados parecen tener una efectividad cada vez menor para apoyar la recuperación económica, alertó este jueves el Banco de México.

“A la vez que pudiera estar provocando riesgos significativos para la estabilidad del sistema financiero internacional”, agregó la entidad en su comunicado de política monetaria, en el que mantuvo su tasa de interés en 3.75%.

Ante estos riesgos, las autoridades mexicanas deben mantenerse vigilantes para reforzar los fundamentos macroeconómicos, dijo el Banco Central.

“Ello contribuirá a distinguir a México de otros países emergentes, de tal forma que los componentes de riesgo soberano en las tasas de interés, al igual que otras primas de riesgo permanezcan estables en niveles bajos”.

El Banco de México mantuvo su tasa referencial, en línea con lo esperado por el mercado, y con la Fed, que el pasado 27 de abril anunció que dejaba sin cambios su tasa a entre 0.25 y 0.50 por ciento.

La entidad comandada por Agustín Carstens señaló en su comunicado que la economía mexicana tuvo un crecimiento en el primer trimestre superior al del trimestre previo, impulsada por el dinamismo del consumo privado.

"Toda vez que la demanda externo mostró un comportamiento desfavorable y la inversión fija bruta mantuvo un débil desempeño".

En cuanto a la inflación, el Banco de México espera que se mantenga en los próximos meses en niveles inferiores a 3 por ciento, aunque en la última parte del año se supere transitoriamente cierto nivel.

"En todo caso, es previsible que el promedio anual se ubique prácticamente en 3 por ciento", en línea con su mandato de 3 por ciento, +/- un punto porcentual.

El Banxico identificó como riesgos al alza para los precios un deterioro en el entorno internacional que provoque una depreciación desordenada del tipo de cambio; y aumentos en los productos agropecuarios, aunque el impacto sería transitorio.

A la baja, que continúen cayendo los precios en las telecomunicaciones y energéticos, como consecuencia de las reformas estructurales; así como que la economía local y global tenga un dinamismo menor al esperado, lo que postergaría las presiones inflacionarias por el lado de la demanda.

En el entorno global, el Banco Central destacó que Estados Unidos registró un debilitamiento de la actividad económica durante el primer trimestre.

"Ha sido notoria una moderación del crecimiento del consumo, a pesar de la fortaleza del empleo y de los elevados niveles de confianza del consumidor".

En Europa y Japón se observa una recuperación económica modesta, sin un repunte de la inflación a pesar de las políticas monetarias extremadamente laxas por parte de sus bancos centrales.

"En las economías emergentes destaca que las medidas de estímulo monetario y fiscal en China mejoraron los indicadores de la actividad productiva. No obstante, hay incertidumbre sobre la sostenibilidad de esta mejoría y persisten las preocupaciones en torno a la estabilidad financiera de este país".

En tanto que América Latina ha tenido un desempeño más débil que otras regiones.

Sobre las materias primas, en particular el petróleo, el Banxico indicó que se ha visto una recuperación de los precios, aunque el mercado ha registrado un cambio estructural que se refleja en un desbalance entre la oferta y la demanda.

"Persiste la posibilidad de una descompresión desordenada de primas por plazo en los mercados financieros internacionales ante la normalización esperada de la política monetaria en Estados Unidos".

Desde diciembre, el Banxico ha elevado en 75 puntos base su tasa. En 25 puntos en la reunión de política monetaria ordinaria de diciembre, y 50 puntos en la extraordinaria del 17 de febrero.
















(El Financiero)