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La economía aviva la tensión entre Clinton y Trump en su primer debate cara a cara

Los expertos avisan de que la incertidumbre podría frenar el crecimiento.





26 de Septiembre de 2016 a las 09:39 hrs -- Centinela Digital
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Dentro de unas horas, la nominada demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, y su oponente republicano, Donald Trump, librarán una épica batalla en el que promete convertirse en uno de los eventos televisivos con más audiencia de la historia. El primer debate presidencial, que se celebra hoy en la Universidad de Hofstra, en Hempstead, Nueva York, llega en un momento clave para ambos aspirantes a la presidencia del país. La distancia en los sondeos ofrece una mera brecha de 3 puntos, con la exsecretaria de Estado todavía manteniendo su liderazgo en el colegio electoral.

Con el resurgimiento de las tensiones raciales la semana pasada en Charlotte, Carolina del Norte, y a poco más de una semana de la explosión de una bomba en el barrio de Chelsea de Nueva York, temas como el terrorismo y la inmigración no faltarán en este vis a vis, donde la marcha de la economía también tendrá protagonismo. No debemos pasar por alto que en la última encuesta realizada por Gallup este tema seguía liderando la lista de problemas que preocupan a los votantes, con un 14 por ciento.

Otros temas como las relaciones raciales, la inmigración o el terrorismo, recibieron entre un 7 y un 5 por ciento.

Sin embargo, Clinton y Trump se verán las caras en un momento en que según el indicador GDPNow que elabora la Reserva Federal de Atlanta, el PIB estadounidense avanza a un ritmo del 2.9% en el trimestre en curso después de haber crecido un tímido 1$ en la primera mitad del año. El pasado mes de agosto, el país sumó 151,000 empleos, por debajo de la media de los 190,000 creados durante los tres meses anteriores, mientras la tasa de paro se situó en el 4.9%. Una situación que el pasado miércoles hizo que el banco central estadounidense rebajase en dos décimas su previsiones de crecimiento para Estados Unidos, hasta el 1.8%, rebajando también hasta este nivel su proyección a largo plazo, más allá de 2019.

El peso de la inestabilidad
"La incertidumbre podría frenar el crecimiento si las compañías adoptan una actitud de 'a ver qué pasa', la economía podría desacelerarse", señala Savita Subramanian, estratega de Bank of America Merrill Lynch. "La incertidumbre en políticas públicas generalmente es negativa, está fuertemente relacionada con volatilidad de renta variable", añade. Precisamente, según el Índice de Optimismo de las Pequeñas Empresas del pasado mes de agosto, un 39% de los propietarios de un negocio citaron el clima de inestabilidad política como la principal razón para no incrementar sus inversiones.

"La situación política solía ser un ruido de fondo para la economía, sin embargo, en estos momentos, los propietarios de pequeñas y medianas empresas acusan a la inestabilidad generada por las elecciones como razón para el empeoramiento de las condiciones económicas", explica Juanita Duggan, presidenta de la Federación Nacional de Negocios Independientes (NFIB), encargada de elaborar el indicador de optimismo. "Nunca hemos visto estas cifras, y es alarmante", aclara.

Una situación que también se traslada a las grandes empresas. Para Joseph LaVorgna, economista jefe de Deutsch Bank en Nueva York, la falta de inversión por parte de las compañías "refleja la incertidumbre que rodea a estas elecciones". "Ambos candidatos, por ejemplo, planean cambios en el código tributario, pero sus propuestas difieren bastante, de ahí que hayan optado por esperar a ver qué pasa para reaccionar", destaca. En esta situación también hay que tener en cuenta cuál será el resultado de las elecciones para el Capitolio. Un Congreso dividido podría limitar la posibilidad de mayores propuestas de política pública significativa en cualquiera de los dos candidatos, y podría mitigar la incertidumbre.

La falta de claridad en muchos temas de política pública y la posibilidad de que un político novato, como Trump, pueda tomar las riendas del país, ha hecho que el factor de la incertidumbre sea indiscutiblemente alto en la elección presidencial. Un hecho que puede tambalear a a los mercados y la confianza en el caso de que el republicano salga victorioso del primero de los tres debates presidenciales que se celebrarán antes del 8 de noviembre. El próximo encuentro se producirá el 9 de octubre en San Luís, Missouri, y el último se celebrará en Las Vegas, Nevada, el 19 de octubre. Además, el próximo 4 de octubre, los aspirantes a la vicepresidencia, Mike Pence, por parte republicana, y Tim Kaine, por los demócratas, tendrán oportunidad de defender sus candidaturas en Farmville, Virginia.

"Los inversores siguen creyendo que Clinton tiene más probabilidades que Trump de salir airosa y ganar el debate, así como las elecciones, así que si el empresario sorprende, los inversores podrían cambiar su percepción y darle como ganador", reconocía Andy Laperriere, jefe de investigación política de Conerstone Macro en Washington. Desde Nomura, su estratega de divisas, Yujiro Goto, reconoce que aunque Trump ha mejorado en las encuestas, "su elección representaría un riesgo para la economía estadounidense".














(economiahoy)