El frío proveniente de Escandinavia está causando estragos en Europa, sobre todo en los países del este del continente. Las principales víctimas del termómetro son las personas sin hogar y los migrantes, según alertan las Organizaciones no gubernamentales.

Es especialmente preocupante la situación de los refugiados en la isla griega de Lesbos donde acampan cientos de migrantes en campamentos saturados. También en Italia, en el centro y en el sur, poco acostumbrados a temperaturas glaciales, se han registrado ocho decesos relacionados con el frío, la mitad eran “sintecho”. Y en Serbia, miles de refugiados que se quedaron bloqueados tras el cierre de las fronteras de la Unión Europea sufren las inclemencias del tiempo.

“Este escenario de frío era completamente previsible por lo que constatamos un nuevo fracaso en la atención a los refugiados que ya acumulan un nivel de sufrimiento enorme”, explica a RFI David Noguera, presidente de Médicos Sin Fronteras España.

Hasta el Danubio se ha congelado. Serbia, Hungría y Bulgaria han prohibido la navegación por este rio por el peligro que supone los bloques de hielo que se han formado y este martes se tuvieron que cerrar los puertos del mar Muerto por los fuertes vientos.