El Municipio a través de la Dirección de Derechos Humanos, fue muy cuidadoso de que se respetaran los derechos de la ciudadanía durante la implementación de los puntos de control para detectar guiadores ebrios, como parte de la campaña de concientización “No te Pases, Piénsalo”.

Los operativos “anti ebrios” puestos en marcha del 8 de diciembre al 8 de enero, se llevaron a cabo para frenar la incidencia de accidentes automovilísticos responsabilidad de conductores en estado de ebriedad con motivo de las fiestas decembrinas.

El director de la dependencia, Rogelio Pinal Castellano, explicó que él mismo estuvo acudiendo a los puntos de revisión para supervisar los trabajos y evitar conflictos, a fin de atender las instrucciones del Presidente Municipal, Armando Cabada Alvídrez de evitar abusos a los derechos humanos de la comunidad.

“No registramos ningún caso de injusticia por parte de los agentes de Tránsito Municipal, pero si atendimos muchas situaciones en donde ciudadanos ebrios ofrecieron dinero, le faltaron el respeto a la autoridad o alardearon ser influyentes”, aclaró.

Indicó, que en estas situaciones, personal de la Dirección de Derechos Humanos, rápidamente se acercaba para aconsejar a los agentes no dejarse llevar por provocaciones, ya que se trataba de personas que no pensaban con claridad por estar bajo los influjos del alcohol.

“La gente en cuando esta ebria hace y dice cosas sin pensar, pero la instrucción del Presidente, Armando Cabada, fue y es, que en todo momento se respeten los derechos de la ciudadanía”, precisó Pinal Castellano.

Así mismo, se detectaron casos de negligencia por parte de padres de familia que viajaban en evidente embriagues acompañados por sus hijos, infantes en la mayoría de los casos.

La actitud de los agentes de la Dirección General de Tránsito fue ejemplar y no se interpusieron quejas o denuncias por abuso de autoridad durante su actuar.

Con la segunda etapa de la campaña “No te Pases, Piénsalo”, personal de Derechos Humanos continuará supervisando que estos se hagan con estricto apego a la ley, y que se respeten los derechos tanto de la comunidad, como de los uniformados que supervisan estas actividades.