Muchas veces se confunde el amor, pues se tiene la creencia que las buenas relaciones amorosas se basan en satisfacer las necesidades del ser amado. Se hace todo lo posible para que la pareja se sienta amada, respetada y feliz. Sin embargo, algunas relaciones no son balanceadas y sin percatarse de ello se sigue dentro de esa relación por temor a fracasar en la vida matrimonial; sufriendo, con depresión y sin encontrar la felicidad propia.

Todos tenemos ideas diferentes con respecto a cómo deben ser las relaciones amorosas, ya que mucho del aprendizaje fue enseñado desde la niñez, medios de comunicación y experiencias pasadas. Así que es momento de reflexionar y encontrar el problema. ¿Tu relación es equilibrada? ¿Tú y tu pareja toman decisiones para el bienestar familiar? ¿Cuántas veces tomas las riendas de los problemas? ¿Encuentran soluciones en conjunto?

Si respondiste que sí a todas las preguntas seguramente tu relación es balanceada y viven en armonía, de lo contrario tienes que preguntarte: ¿Tú pareja se molesta cuando no le dedicas todo tu tiempo? ¿Te crítica y humilla? ¿Te encuentras sin vida social? ¿Te prohíbe realizar alguna actividad?
¿Te falta al respeto?

Son muchas las preguntas que debes reflexionar y modificar ciertos comportamientos y actitudes estableciendo límites, si deseas ser feliz. Toma nota para saber si tu relación carece de un balance:

1. Respeto
La palabra respeto es muy extensa, sin embargo, cuando la pareja te critica constantemente, humilla, ridiculiza ante los demás, incluso existen maltratos físicos, tu relación e integridad corre peligro. Para que la relación sea balanceada, el respeto debe ser mutuo, las criticas deberán siempre se positivas pensando en mejorar algunos comportamientos que pueden ser erróneos y que perjudiquen su persona. Se trata de amar y valorar los defectos y virtudes de la pareja.

2. Confianza
La pareja que trata de prohibir al otro tener relaciones sociales, realizar algún tipo de actividad al grado de encerrarla en una caja de cristal solo porque no confía en ella o en las demás personas tiene un comportamiento obsesivo que definitivamente llegará a dañar la relación.

La confianza debe existir desde el primer momento que desean formalizar la relación, dejar los miedos e inseguridades propias y darle la libertad al ser amado. Dejar de celar y de invadir su intimidad es una manera de saber si tu relación tiene un equilibrio.

3. Honestidad
Es importante hablar con la verdad aunque ésta sea dolorosa y en ocasiones lastime al ser amado.
Las mentiras destruyen la confianza en la relación. Si de casualidad has cachado a tu pareja con alguna clase de mentira aunque sea piadosa, créeme que tu relación no tiene equilibrio.

4. Apoyo
Las relaciones balanceadas siempre actuaran conforme al bienestar de la persona amada, siempre se apoyaran en los malos momentos de la vida, aunque los problemas sean devastadores. No importa que tan grande sea el problema siempre están resolviéndolos en conjunto.

De lo contrario si no existe apoyo por parte de tu pareja y solamente tú eres la que siempre está a su lado en momentos difíciles sin recibir nada a cambio, estarás en una relación sin balance alguno.

5. Igualdad
Encontrar que los dos tengan los mismos gustos, aficiones y hobbies es complicado, sin embargo para que exista el equilibrio en la relación, los dos deben ceder en ocasiones para mantener una sana convivencia. También se da la falta de igualdad cuando no se le permite a la pareja opinar en ningún aspecto. ¡Reflexiona! ¿Tu pareja te deja ver tu programa favorito?, ¿eligen juntos el lugar
para vacacionar?

6. Sacrificio
Muchas veces se debe sacrificar algo para que la pareja se sienta feliz. No es que la persona deje de hacer cosas que le gustan, sin embargo, para que la relación sea equilibrada, los dos deben poner de su parte para buscar el bienestar común y no individual.

El amor se da sin recibir nada a cambio, pero cuando existen la falta de respeto, la humillación, desconfianza y la carencia de tolerancia, la relación no es balanceada y probablemente fracasará tarde o temprano. La solución siempre es la buena comunicación, establecer límites y escuchar al ser amado.












(Vanguardia)