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Horas tras hora aumenta cifra de muertos en Nepal: más de 4.250 fallecidos

La cifra de fallecidos en el terremoto de 7,8 grados que sacudió Nepal el sábado, 25 de abril, no cesa de aumentar con el pasar de las horas.





27 de Abril de 2015 a las 14:19 hrs -- Centinela Digital
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Muchos habitantes de Katmandú iniciaron este lunes un éxodo tras el violento terremoto que dejó más de 4.000 muertos, mientras Naciones Unidas prepara una gran operación humanitaria para paliar la falta de comida y de agua en Nepal.

El reporte inicial de este lunes 26 pasó de 3.723 a 4.252 en la tarde, mientras que los heridos superan los 7 mil y un número aún indeterminado de desaparecidos.

Fuentes del Centro Nacional de Operación de Emergencia confirmaron a Efe en horas de la mañana que ya se habían identificado a alrededor de 1.300 de los fallecidos.

Equipos internacionales con perros entrenados, maquinaria pesada para remover los escombros y provisiones lograron aterrizar en el país.

“Ahora mismo, es importante prevenir otro desastre tomando las precauciones adecuadas contra las epidemias”, dijo a la prensa el portavoz del ejército, Arun Neupane.

Las autoridades nepalíes trabajan en el desescombro de Katmandú y en la reapertura de carreteras en el valle central del país, la zona más castigada por el terremoto de magnitud 7,8 ocurrido el sábado 25 de abril. El de mayor intensidad en casi 80 años en el país del Himalaya y el peor que ha vivido la región en una década.

También tratan de estabilizar el suministro de energía eléctrica, que actualmente se encuentra a un 75 % de acuerdo con fuentes de la compañía eléctrica.

Nepal sigue aún con enormes problemas de comunicación tras la réplica de 6,7 grados del domingo, una de las más de 40 que se han producido desde el sábado.

Ante el miedo de la falta de provisiones, la gente también se agolpaba en las tiendas y en las estaciones de gasolina.

Este lunes, los helicópteros lograron rescatar a montañistas que se encontraban de varados, después de una primera operación para evacuar los heridos.

No obstante, la intensidad de la actividad sísmica ha remitido de manera drástica en las últimas horas.

Miles de personas que perdieron sus hogares pasaron la noche en el exterior, en tiendas de campaña. El suelo todavía tiembla de vez en cuando y muchos no han pegado ojo en toda la noche, mientras trataban de protegerse de la fuerte lluvia bajo unos plásticos.

“Esto es una pesadilla. ¿Por qué no terminan las réplicas?”, se preguntó Sanu Ranjitkar, un mujer de 70 años que se aferraba a su perro y respiraba con la ayuda de una máscara de oxígeno.

Envueltos en mantas de plástico, muchos habitantes de Katmandú estaba desesperados por conseguir ayuda e información.

“Hay mucho miedo y confusión”, comentó Bijai Sreshth mientras intentaba escuchar por la radio algún mensaje del gobierno. “No sabemos qué va a pasar con nosotros ni el tiempo que vamos a pasar aquí”, lamenta este padre de tres hijos, que se refugió junto a ellos, su esposa y su madre en un parque.

El Gobierno ha solicitado ayuda internacional de todo tipo para poder dar respuesta a las necesidades de la población y afrontar las tareas de rescate.

Varios países han enviado ya su ayuda y la comunidad internacional se moviliza para hacer llegar toneladas de suministros y ayuda a la nación asiática.

Los hospitales están desbordados y los médicos, movilizados las 24 horas, trabajan en condiciones muy precarias. Los depósitos de cadáveres están saturados.

Los esfuerzos de reconstrucción podrían ascender a 5.000 millones de dólares, que representan al 20% del PIB del país, según los cálculos de Rajiv Biswas, economista jefe de la zona de Asia y el Pacífico de la consultora Asia IHS.











(efectococuyo/La Nación)