Fiel a la costumbre en la capital del país, los aficionados de Chivas decidieron motivar a sus jugadores con una "serenata" de cara al clásico de ida ante América.
Unos 500 seguidores rojiblancos llegaron desde cerca de las 7pm al hotel de concentración de Chivas para comenzar a cantar, gritar y ondear banderas y playeras en apoyo a su equipo en lo que poco a poco se fue convirtiendo en toda una fiesta en la que los jugadores participaron.
Después de la cena del equipo, Alan Pulido fue el primero en salir del hotel donde ya lo esperaban decenas de aficionados con los tambores y las trompetas sonando.
El delantero del Rebaño Sagrado aprovechó para tomarse un par de selfies, autograbar un video y hasta cantar con los aficionados, situación que comenzó la fiesta.
Tras Pulido salió Orbelín, quien tomó una bandera y comenzó a ondearla mientras Rodolfo Cota, Carlos Cisneros y Miguel Ponce repartían autógrafos y toda clase de fotografías a sus aficionados.
La locura se desató al momento que Jair Pereira salió, pidió una bandera y comenzó a ondearla al tiempo que gritaba y pedía más fuerza en los gritos. El central rojiblanco se acercó a la barra, pidió un tambor y comenzó a tocar ante la algarabía de la gente.
Almeyda no se contuvo y también salió a cantar un par de minutos en lo que fue un gran convivencia entre aficionados y plantel a 24 horas del tercer clásico de este semestre.
(Medio Tiempo)