Las facciones políticas israelíes opuestas al asediado primer ministro, Benjamin Netanyahu, surgieron a formar equipos de negociación este martes después de que el mandatario paralizara una controvertida reforma judicial que había provocado protestas callejeras sin precedentes y una creciente crisis interna.
Netanyahu reconoció las divisiones en el país y anunció que demoraría la legislación un mes.
Dijo que quería “evitar una guerra civil” y que buscaría un compromiso con sus rivales políticos.
Su anuncio pareció calmar parte de la tensión que ha avivado meses de protestas. Afirman que es el gobierno más conservador en la historia de Israel, y sus aliados han prometido aprobar la legislación.
(EL UNIVERSAL)