En México, cientos de fosas comunes han sido usadas por autoridades para enterrar cuerpos sin identificar, muchas veces sin seguir protocolos ni avisar a las familias.
Uno de los casos más graves es el de Jojutla, Morelos. Desde 2017, se han exhumado 146 cuerpos del panteón Pedro Amaro, pero solo dos han sido identificados.
Esta semana, la Fiscalía de Morelos inició una cuarta exhumación, excluyendo al Equipo Mexicano de Antropología Forense, lo que fue denunciado por colectivos de madres buscadoras. La excavación durará tres semanas, pero no hay un plan claro de identificación.
Las familias acusan opacidad, rezago forense y omisiones que impiden el acceso a la justicia.
-ARISTEGUI NOTICIAS-