A casi tres décadas de su estreno, Happy Gilmore regresa con una secuela que no solo rinde un tributo a los personajes que marcaron a toda una generación, sino que también se adapta a una sensibilidad cómica distinta.
En esta nueva entrega, Adam Sandler vuelve a dar vida al excéntrico jugador de golf que lo catapultó a la fama mundial desde los años noventa, esta vez desde una mirada más madura y sensible como actor, productor y padre de familia.
(milenio)