El tifón Ragasa, el más potente del mundo en lo que va del año, dejó al menos 17 muertos en Taiwán antes de golpear Hong Kong y tocar tierra en el sur de China con lluvias torrenciales y vientos de más de 260 kilómetros por hora.
En Taiwán, un desbordamiento arrasó con parte de la ciudad turística de Guangfu y 17 personas permanecen desaparecidas. En Hong Kong, enormes olas inundaron carreteras y viviendas, mientras que en China más de dos millones de personas fueron evacuadas en la provincia de Cantón.
Autoridades advirtieron riesgo de inundaciones y marejadas ciclónicas. Expertos atribuyen la fuerza creciente de estos fenómenos al cambio climático y advierten que el sur de China podría enfrentar tifones cada vez más intensos en los próximos años.
-EFE-