Afganistán vivió 48 horas de completo aislamiento tras un corte nacional de internet y telecomunicaciones que afectó a más de 43 millones de personas.
El apagón, iniciado el 30 de septiembre sin explicación del régimen talibán, paralizó bancos, aeropuertos y oficinas, dejando a miles de pasajeros varados y provocando pérdidas millonarias.
El impacto fue devastador para mujeres y jóvenes que dependen de internet como única vía de estudio ante el veto talibán a la educación. Muchos lo describieron como “una forma de tortura psicológica” y recordaron los días de miedo tras la caída de Kabul en 2021.
Aunque el servicio ya fue restablecido, la población teme que el corte pueda repetirse en cualquier momento.