El gobernador de Texas, Greg Abbott, envió más de 200 efectivos de la Guardia Nacional a Chicago para apoyar la campaña federal de arrestos y deportaciones de migrantes impulsada por el presidente Donald Trump. Los soldados, con experiencia en operaciones fronterizas con México, fueron descritos por Abbott como un “equipo de élite” encargado de reforzar la seguridad.
El despliegue generó fuertes críticas de líderes demócratas en Illinois, incluido el gobernador JB Pritzker y el alcalde Brandon Johnson, quienes calificaron la medida como “inconstitucional” y presentaron una demanda para detenerla. Organizaciones de derechos humanos han denunciado abusos cometidos por estos militares en la frontera sur.
-EFE-