La gobernadora del estado, María Eugenia Campos Galván, fijó postura ante la polémica generada por la iniciativa federal que propone una reforma a la Ley de Aguas.
Señaló que, de ser aprobada en los términos presentados, podría desencadenar consecuencias severas para Chihuahua y para quienes dependen de la actividad agrícola. Campos Galván explicó que la iniciativa obligaría a replantear por completo la operación de los pozos utilizados por productores del campo, lo que representaría un golpe directo a la productividad y a la organización hídrica en la región. Advirtió que esta reestructura tendría efectos “catastróficos” en el desarrollo agrícola del estado.
La mandataria aprovechó para enviar un mensaje de respaldo al sector agropecuario, reiterando que cuentan con el apoyo del Gobierno del Estado en su defensa. Finalmente, exhortó a los diputados federales de Morena a realizar un análisis profundo y responsable antes de avanzar con la propuesta.