El Senado de la República aprobó en fast-track la nueva Ley General de Aguas, después de que Morena y sus aliados declararan la minuta de “urgente resolución” y frenaran la moción del PAN para detener el debate.
La reforma avanzó con 85 votos a favor y 36 en contra en lo general, y busca sustituir la Ley de Aguas Nacionales vigente desde 1992.

El nuevo marco, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, reconoce el acceso al agua como un derecho humano, crea un Registro Público del Agua, un Fondo de Reserva para comunidades sin acceso y permitirá cancelar concesiones acaparadas o sin uso. También aumenta sanciones por robo del recurso y regula obras privadas de captación pluvial.

Mientras Morena afirma que la ley combate intereses creados y “pone orden”, campesinos del norte del país denuncian incertidumbre, pues temen perder valor y control sobre el agua vinculada a sus tierras.


-LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL-