La presidenta Claudia Sheinbaum envió al Senado la propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Sin embargo, la reforma no incluye dos días de descanso obligatorio y, por el contrario, incrementa el límite de horas extra.
El proyecto mantiene la regla de un día de descanso por cada seis trabajados, aunque organizaciones como Yo Por Las 40 Horas advierten que esto implica pérdida de derechos. La iniciativa elevaría de 9 a 12 las horas extra permitidas por semana, pagando al doble dentro de ese tope y al triple solo si se excede.
La reducción será gradual hasta 2030: 48 horas en 2026, 46 en 2027, 44 en 2028, 42 en 2029 y finalmente 40 horas en 2030.
El gobierno asegura que la transición no afectará salarios ni prestaciones.
-LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL-