Richard Norris, un hombre de 39 años ha pasado de tener la cara completamente desfigurada a convertirse en portada de la revista GQ.
Norris sufrió un accidente en 1997 mientras manipulaba una escopeta que se disparó accidentalmente. Como consecuencia, su rostro quedó completamente desfigurado. El día del trágico suceso perdió parte de la nariz, los pómulos, los labios, la lengua, la mandíbula y la barbilla.
En 2012 su vida volvió a cambiar por completo ya que Eduardo Rodríguez, un cirujano especialista en reconstrucción facial se decidió a operarle. La intervención tuvo lugar en la Universidad de Maryland, duró 36 horas y en ella participaron un total de 150 médicos y enfermeras.
Dos años después del trasplante y 17 después del accidente con la escopeta Richard Norris se ha convertido en la portada del próximo número de GQ. Asegura estar orgulloso de "ser una rata de laboratorio", según se ha hecho eco el Daily Mail. Además, añade "ahora nadie me presta atención, solo los que me conocen personalmente saben que tengo un rostro trasplantado".
A pesar de que parece que todo ha salido bien, Norris aún está preocupado por si su organismo rechaza su nueva cara. "Todos los días me despierto con ese miedo", confiesa.
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