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Brasil logra expedición con tribu aislada en Amazonas

El grupo de expedición acudió al Valle del Javari para resolver la tensión entre las etnias Korubo y Matis.





05 de Abril de 2019 a las 16:55 hrs -- Centinela Digital
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Una expedición abanderada por la Fundación Nacional del Indio de Brasil (Funai) entró en contacto con un grupo de 34 indígenas que vivían aislados y redujo la tensión vivida en los últimos años entre dos etnias que comparten territorio en el Amazonas.

La expedición, la mayor realizada por la estatal Funai en las últimas dos décadas, tenía como objetivo apaciguar la relación entre indígenas de las etnias Korubo do Coari, en situación de aislamiento voluntario, y los Matis que mantienen contacto con otros grupos desde los años setenta.

Ambas etnias viven en el Valle del Javari, una tierra indígena rica en recursos naturales situada en el extremo oeste del estado de Amazonas, fronteriza con Perú; las etnias llegaron incluso a enfrentarse años atrás dejando muertos.

La situación se agravó en 2015, cuando un grupo de 21 indígenas Korubo rompió su aislamiento de manera forzada después de ser abordado por los Matis mientras atravesaban el Río Blanco del Valle del Javari.

Los Korubo que rompieron el aislamiento pasaron a vivir con otro grupo de indígenas de la misma etnia, pero después de cuatro años sin ver a sus familiares expresaron su deseo de "retomar los lazos", lo que fue posible gracias a la expedición "minuciosamente planificada".

"El reencuentro fue pacífico, los objetivos fueron cumplidos e informamos a los indígenas aislados sobre a posibilidad de un conflicto con el grupo Matis", explicó Bruno Pereira, coordinador de la expedición liderada por la Funai.

Según relata Pereira, el reencuentro fue "extremadamente emocionante, hubo mucho llanto, abrazos, mucho contacto" ya que los indios aislados pensaban que sus seres queridos habían muerto cuando desaparecieron en 2015.

El primer contacto fue establecido la mañana del 19 de marzo, cuando el equipo localizó dos indígenas aislados que estaban cazando en medio de la selva, quienes, por coincidencia, eran hermanos de sangre de un indio Korubo que integraba la expedición de la Funai.

En los días posteriores, se aproximaron otros 32 indios Korubo aislados, catorce de ellos tenían edades comprendidas entre los 20 y 48 años.

Todos los indígenas fueron sometidos a análisis clínicos y se encontraban en buen estado de salud, excepto un hombre adulto diagnosticado con malaria que aceptó un tratamiento durante siete días.

Todos ellos pasaron por un periodo de cuarentena durante 9 días antes de iniciar la misión con el objetivo de evitar la transmisión de enfermedades para alguno de los indígenas no contactados.

El equipo que comenzó la expedición será substituido el próximo 7 de abril por otro grupo de 21 personas, ya que, según resaltó la Funai en un comunicado, "la acción indigenista debe ser perpetua".

(Milenio)