Emilio Escalante es uno de los casos curiosos y atípicos del futbol mexicano, su historia tiene tintes de romanticismo. Desde niño, el empresario fue aficionado del Atlante, creció con el amor por esos colores, hace años buscó ser socio.
De pronto, un día, la crisis económica de los Potros lo llevó a tener la posibilidad de rescatar al equipo de sus amores... y no lo dudó. Adquirió la franquicia y la trajo de vuelta a la Ciudad de México, justo a donde echó raíces y donde tiene la meta de consolidarla como lo que es: un club histórico en el balompié nacional.
En entrevista con MILENIO-La Afición, el empresario habla de la actualidad del conjunto azulgrana, un equipo que, dice, aún no es negocio, pero tiene el objetivo claro de regresarlo a la Primera División y confía en que la Liga MX dará el aval a su certificación porque, sostiene, cumplen con los requisitos y asegura que es momento de que regrese el ascenso deportivo.
Usted compró al equipo no por negocio, sino por su afición Exactamente, honestamente nunca me veía como dueño del Atlante, hace un tiempo me acerqué con la gente que estaba al frente, el Güero (Alejandro) Burillo y Miguel Ángel Couchonal, para ver si podíamos sumarnos y ver qué podíamos hacer con el Atlante, por la pasión, el amor y la afición que le tengo a este gran equipo. De repente me lo encontré, llegó, y aquí estamos con todo el compromiso del mundo de tratar de regresarlo a donde merece.
(Milenio)