El K-pop es el género que ha venido a revolucionar lo que conocemos en el mundo de la música, pues se ha apoderado de todo el mundo al posicionarse en los primeros lugares de las listas más importantes como Billboard o bien, contar con millones de fans en cualquier parte del planeta. Corea del Sur nos ha mostrado lo que puede ofrecer dentro del entretenimiento y si bien, la cultura es muy diferente a la occidental, nos han dado una probadita de cómo es su mundo y cómo son las cosas cuando se trata de idols y fanáticos. Como en muchos casos, es “común” escuchar historias de fans obsesionados con artistas que pueden llegar a extremos como seguirlos a todas partes, meterse en sus domicilios y otros escenarios tétricos; sin embargo, esto en corea es algo completamente normal y ese tipo de seguidores tienen un nombre: sasaengs.
Los sasaengs son aquellos fanáticos que llevan su amor por los idols a los extremos y esto se termina convirtiendo en una obsesión. Dichos aficionados son aquellos que nunca muestran su identidad y se escabullen bien cuando se trata de perseguir a un idol. En los mejores casos, se pueden encontrar en el aeropuerto esperando a su bias (ellos consiguen la información de ubicación y hora de aterrizaje) y existen historias de terror como secuestros, allanamiento de morada, hasta envenenamiento. La palabra sasaeng viene de las palabras “sa”, que significa “privado” y “saeng”, que quiere decir “vida”, esto define a esas personas que son aficionadas y se entrometen en la vida privada de los idols. Algunos sasaengs han colocado GPS a los idols, han seguido a sus familiares, se han metido a sus casas para robar pertenencias, intentado secuestros y hasta han hackeado sus redes sociales para conseguir más información y seguir persiguiéndolos.
En 2021, las autoridades surcoreanas implementaron la Ley de Penalización por Delitos por Talking, la cual protege especialmente a los idols de sasaengs que lleguen a invadir su privacidad de una manera extrema. El mandato dicta que, quien viole las condiciones de la ley recibirá como condena de 3 a 5 años de cárcel y tendrá que pagar una multa de 50 millones de wones (alrededor de 78,200 pesos).
(milenio)
