La actriz Arcelia Ramírez (Ciudad de México, 1967) apuesta a que el nuevo montaje del drama de Arthur Miller Todos eran mis hijos (1947) “explote en la conciencia, el espíritu y el corazón” de los espectadores, a casi 80 años de su estreno en Nueva York y ambientado en un contexto social y político distinto al de México.
En esta tragedia de Miller, producida para La Gruta por Marla Almaraz, una familia común y corriente trata de dejar el pasado atrás, a dos años del fin de una devastadora guerra mundial, no solo por la desaparición de su hijo mayor durante la misma, sino por el juicio que metió a la cárcel al socio del padre acusado de causar la muerte de 21 pilotos por venderle material dañado al ejército. Es una historia sobre el duelo, las relaciones de padres e hijos y la responsabilidad social e individual.
(milenio)