La capital ucraniana, Kiev, vivió una noche de terror tras un masivo ataque ruso con 11 misiles y 539 drones Shahed que se prolongó hasta el amanecer.
Explosiones e incendios dejaron viviendas, comercios e infraestructura eléctrica destruidos, especialmente en el distrito de Solomianski. Vecinos pasaron la noche en refugios mientras otros soportaban el estruendo en casa.
El presidente Zelenski denunció que Rusia “no tiene intención de poner fin a la guerra” y llamó de nuevo a Estados Unidos a intervenir. El ataque dejó humo, escombros y un profundo sentimiento de angustia en la población.
-EFE-