Los incendios forestales que se han vivido en Hawái durante la última semana y que dejaron un saldo de más de 100 personas muertas, empeoraron debido a diversos efectos asociados con el cambio climático, al tiempo que estos incendios tienen una incidencia directa en el aumento de la temperatura de la Tierra.
El incremento de la temperatura global y las sequías ayudaron a que parte de la isla se incendiara en el peor desastre natural de su historia, condiciones que empeoraron el siniestro de forma drámatica, ligadas a los fuertes vientos en la región por la presencia de un ciclón.
Richard Bissen, el alcalde de Lahaina, aseguró que el 80% de la ciudad ha quedado completamente destruida por las llamas, avivadas por el huracán Dora.