La cumbre de los ministros de Exteriores del G7 en la isla italiana de Capri concluyó este viernes con un llamado tajante a la distensión entre Irán e Israel, pero sin la imposición de nuevas sanciones al régimen de los ayatolás, solo con su amenaza en caso de no contribuir a la estabilización regional.
“Hemos condenado el reciente ataque de Irán contra Israel. El G7 respalda la seguridad de Israel, pero invitamos a todas las partes a evitar una escalada”, resumió en la rueda de prensa final el ministro anfitrión, Antonio Tajani.
Exigimos que Irán y sus grupos afiliados cesen sus ataques. Consideraremos al gobierno iraní responsable de sus acciones maliciosas y desestabilizadoras y estamos dispuestos a adoptar nuevas sanciones o tomar otras medidas. Declararon.
(EFE)