Roma recibió entre 700 mil y 900 mil peregrinos y turistas tras la muerte del papa Francisco y durante la elección del nuevo pontífice, León XIV, lo que generó un impacto económico estimado en 451.5 millones de euros, según Unimpresa, asociación de pequeñas y medianas empresas italianas.
Entre el 21 de abril y el 8 de mayo se registraron 2.4 millones de pernoctaciones, con ingresos de 144 millones en alojamiento, 57.6 millones en restaurantes, 28.8 en transporte y 43.2 millones en recuerdos religiosos.
Aunque el impacto fue menor al registrado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II, se vio impulsado por el Jubileo y la inflación.
Unimpresa llamó a convertir este momento en una oportunidad de crecimiento económico sostenido mediante inversión en infraestructura, hospedaje y transporte.
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