En medio del creciente conflicto entre Israel e Irán, los líderes del G7 arrancaron este domingo su cumbre en Kananaskis, Canadá, con un escenario tenso y múltiples divisiones internas.
La irrupción del presidente Donald Trump ha profundizado las diferencias en temas clave como Ucrania, Gaza, el comercio y el cambio climático.
Sin consenso previsto, la cumbre concluirá con una declaración del anfitrión, el primer ministro canadiense Mark Carney, en lugar del habitual comunicado conjunto. Participan también líderes invitados como Claudia Sheinbaum y Lula da Silva. Aunque hay desacuerdos, los países buscan diálogo franco sobre la paz global, economía y el freno al programa nuclear iraní.
-EFE-