El expresidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue detenido por segunda vez, ahora por cargos relacionados con su fallido intento de imponer la ley marcial en diciembre pasado. Un tribunal de Seúl emitió la orden de arresto por riesgo de destrucción de pruebas.

La fiscalía lo acusa de abuso de autoridad, falsificación de documentos y manipulación de registros oficiales. Según las investigaciones, Yoon excluyó a ministros críticos en la reunión de Gabinete previa al decreto, falsificó actas y ordenó ocultar comunicaciones militares.

También habría instruido usar armas en caso de ser arrestado. En abril fue destituido oficialmente tras declararse inconstitucional su intento de estado de excepción.





-EFE-